Hola,
Supongo que ya han pasado demasiados meses (ocho para ser precisos), y parece
bastante estúpido que te escriba ahora, que no te haya contestado hace meses, que no agradeciera a tiempo tu
correcta felicitación de cumpleaños... sin embargo, lo que para mí es estúpido
es que "esto" haya terminado.
¡Ya
sé...! Pasaron ocho meses y no exste ningún motivo para que aún te extrañe, y aunque generalmente no
recuerdo con exactitud lo que estoy extrañando, la verdad es que es a
tí, tu cercanía, lo que representabas para mí.
¡Fueron dos años!, dos años que estuvimos juntos sin estarlo... y durante los cuales te amé todo el tiempo, ¿mientras que tú?...
sólo estuviste a mi lado.
No habría habido nada que no hiciera por ti,
¿sabes?... cualquier cosa. Pasé dos años de mi vida reconstruyéndome, intentando ser
cualquier cosa que tú estuvieras esperando. Me transformé por ti...
Probablemente ahora soy nadie... no soy yo, ni lo que tu esperabas. Me
quedé a la mitad del camino, totalmente perdida: sin tenerte y sin hallarme.
Yo
sé que eso es totalmente mi culpa y responsabilidad; tu no me pediste
nada, no intencional o directamente... pero me transformaste. Todas tus
exigencias, todas tus críticas hicieron mella en mí, me desmoronaron.
Lo
peor es que, después de todo, lo único que lamento es que no
estemos juntos.
Te amo, ¿sabes?... Te amo y probablemente en unos meses
más ya no me importe estar contigo, pero te voy a amar siempre, porque
así soy yo; porque mi forma de sentir no es estacional o resultado de mis
desórdenes emocionales y psicológicos. Aunque te repetí muchas veces que te
quería, racionalmente, mentí ¿sabes?... porque te amo, y cada vez que
deseaba decirlo lo único que me detenía era ahuyentarte... que mi amor
por ti fuera más de lo que pudieras manejar.
Aún
creo que te amé demasiado. Te amo más de lo que mi corazón soporta y
mucho más de lo que tu imaginas. Te amo tanto que te dejé ir porque eso
fue lo que quisiste. Te amo tanto que no me morí de desamor, aunque
sólo eso quería, para poder seguir sintiendo este amor por ti.
¡Tengo
tantos recuerdos! (más míos que tuyos) ¿Quizás tu no recuerdes nada?...
nuestras pláticas de política, las depresivas... sobre la vida o tu trabajo; cuando intentaba analizarte (en un vano intento por comprender
por qué no me querías); cuando caminábamos de la mano, o me visitabas en
mi oficina; todos nuestros sobre nombres; tus chistes y mi llanto;
nuestras borracheras, las pésimas personas que fuimos cuando estábamos
ebrios; las llamadas telefónicas; los partidos de futbol; nuestras
salidas a cenar y los desayunos que te preparaba... los sándwiches; las
peleas y los dramas; nuestros besos, los fines de semana, tus ronquidos...
cada uno de tus gestos.
Quiero
agradecerte por el intermitente tiempo que estuvimos juntos; por que en
algún grado, no sé qué tan menor o mayor, lo intentaste. Al final fue
justo lo que debió ser, tal vez incluso más de lo debido, temo que tal
vez sería mejor que nunca hubiéramos sido, pero bueno...
Pues
sí, voy a seguir esperando que regreses, y casi tengo la certeza de que
lo harás (cuando te des cuenta que te amaba) y aunque suene trillado,
lamento de antemano que cuando esto pase ya no podremos estar juntos, yo
te seguiré amando pero también seré una nueva persona (o una versión
diferente de mí) y entonces estar juntos no será una opción.
No
sabes cuantas veces recé y le rogué a Dios estar a tu lado;
cómo le pedí que aunque me tuviera destinado algo diferente o quien me
hiciera más feliz, yo renunciaba a todo por estar contigo. Lloré en cada
iglesia que visité en los dos últimos años suplicando insistentemente que
estuviéramos juntos. Si Dios no lo quiso así, seguramente tuvo motivos
más importantes que mi egoísta amor por ti.
Sigo
enamorada de ti, y seguiré pensando que eres el hombre más perfecto
para mí en el mundo, por cada pequeño detalle que te hace ser tu mismo y que
yo valoro infinitamente, pero si yo no soy perfecta para ti, nada de
esto está en mis manos... yo hice todo lo que pude, de eso no puedo
lamentarme.
Sé
que vas a estar con la persona que deseas tanto, la que construiste en
tu cabecita y, al parecer, es tan simple y especial que mi extrañeza no
embonaba. Lo que no sé es si yo tendré de nuevo la voluntad para amar y estar con
alguien como lo estuve contigo... espero que no.
Ojalá nunca vuelva a amar
así, ojalá nunca idealice tanto a otra persona y le de tanto amor que me
quede sin suficiente para mí. Ojalá que la vida no se me vuelva a ir
por alguien más. Ojalá que aprenda lo suficiente esta vez como para no
repetirlo. Ojalá que algún día tu puedas sentir un poquito de lo que yo
sentí y comprendas una fracción del amor que yo tuve que contener por
miedo a que no lo pudieras soportar, como pasó al final.
Ojalá halles a esa súper mujer que reúna tus expectativas; aunque más
bien espero que te despojes de todos o la mayoría de los miedos que te
impiden amar, que te alejan de quienes te quieren, que se interponen
entre lo que necesitas y lo que deseas. Al final, yo seguiré siendo yo,
de nuevo... y volveré a enamorarme y a ser feliz por un intermitente o
eterno momento.
Te deseo toda la felicidad que habría deseado para
nosotros, tu parte... te deseo la mitad.